Los recientes comentarios del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre las elecciones estadounidenses acaban de crear polémica: su declaración de apoyo a Kamala Harris ha suscitado las críticas de la Casa Blanca.
El presidente ruso reivindica su apoyo a Harris, provocando una dura réplica de la Casa Blanca
En un giro sorprendente, el presidente ruso Vladimir Putin se ha convertido en el centro de la polémica por sus recientes comentarios sobre las elecciones presidenciales estadounidenses. Deseó que Kamala Harris saliera vencedora. La historia se ha convertido en toda una tormenta diplomática entre la Casa Blanca y el ex presidente Donald Trump por el movimiento.
Comentarios provocadores de Putin
En un discurso pronunciado el 5 de septiembre en el Foro Económico Oriental de Vladivostok, Putin dijo: «Nosotros también la apoyaremos», al hablar de Kamala Harris. Afirmó además que la razón de esta preferencia era su risa «expresiva y contagiosa», lo que en sí mismo daba un tinte irónico a sus palabras. Putin fue más allá y especuló con que sería «poco probable que Harris impusiera más sanciones a Rusia», en contraste con la postura de línea dura adoptada por Trump en los últimos años.
Reacción de la Casa Blanca
La Casa Blanca no tardó en responder a las declaraciones de Putin. El asesor de Comunicaciones de Seguridad Nacional, John Kirby, informó a los periodistas y le dijo a Putin: «Deja de hablar de nuestras elecciones, y B. Deja de interferir en ellas». Kirby recalcó que el próximo presidente de Estados Unidos sólo lo podían decidir los estadounidenses.
La confusa respuesta de Trump
Los comentarios de Putin parecieron sorprender al ex presidente Donald Trump. En un discurso con funcionarios de Wall Street y de la ciudad de Nueva York, Trump dijo que no sabía si se sentía insultado o si debía sentir que le debía un favor. Estos comentarios contrastan con lo que Trump había presumido anteriormente de una relación especial con su homólogo ruso.
Contexto de injerencia electoral
Putin hizo estas declaraciones en un contexto de continua preocupación por la intromisión rusa en los comicios estadounidenses. Justo un día antes de la declaración de Putin, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a dos ejecutivos de medios de comunicación rusos de haber urdido presuntamente un plan para defraudar a Estados Unidos mediante la compra de anuncios para interferir en los comicios estadounidenses a través de propaganda de extremistas prorrusos. Este hecho aumentó la tensión entre ambas naciones.
Ramificaciones más amplias
El incidente refleja la compleja dinámica de las relaciones internacionales y su impacto en la política nacional. Con Estados Unidos ya bien encaminado hacia otras elecciones presidenciales, el espectro de la injerencia extranjera sigue proyectando una larga sombra sobre las preocupaciones a todos los niveles, tanto de funcionarios como de votantes.
La situación sigue siendo uno de esos recordatorios constantes de cuánta atención puede recibir el proceso electoral estadounidense en todo el mundo y sobre la delgada cuerda floja de la diplomacia internacional en un mundo cada vez más conectado.