La Unión Europea ha pedido a Georgia que derogue su polémica ley de «agentes extranjeros». Los funcionarios de la UE, Josep Borrell y Oliver Varhelyi, expresaron su preocupación por que esta ley pudiera obstaculizar los esfuerzos de Georgia para convertirse en miembro de la UE.
«La decisión sobre el camino a seguir está en manos de Georgia. Instamos a las autoridades georgianas a que retiren la ley». El proyecto de ley establece que las organizaciones que obtengan más del 20% de sus fondos de otros países deben registrarse como agentes de influencia extranjeros. Esto significaría que tendrían que compartir más información y enfrentarse a multas por no cumplir las normas.
Los funcionarios de la UE Borrell y Varhelyi han expresado su preocupación por una ley reciente en Georgia que va en contra de los valores de la UE. Creen que la ley podría restringir la sociedad civil y los medios de comunicación independientes, lo que va en contra de las libertades de asociación y expresión que Georgia ha acordado defender. Esta declaración se produjo tras los desacuerdos entre los países miembros de la UE a la hora de abordar la cuestión. Inicialmente, los 27 gobiernos miembros no pudieron acordar una declaración conjunta debido a la oposición de Hungría y Eslovaquia. Finalmente, Borrell y Varhelyi, en representación de la Comisión Europea, alcanzaron un consenso al respecto.