
El diligente Henry Kissinger, diplomático estadounidense y Premio Nobel, fallece a los 100 años.
Pasado su centenario, el ex diplomático siguió implicado en la vida pública, prestando testimonio ante un comité del Senado sobre la amenaza nuclear de Corea del Norte, asistiendo a reuniones en la Casa Blanca y publicando un libro sobre estilos de liderazgo. En julio de 2023 viaja inesperadamente a Pekín para reunirse con Xi Jinping.
Según Kissinger Associates Inc., Henry Kissinger, controvertido diplomático y Premio Nobel de la Paz cuyo trabajo para dos presidentes estadounidenses influyó profundamente en la política exterior del país, falleció el miércoles.Según Kissinger Associates, Kissinger falleció en su casa de Connecticut.
A pesar de cumplir 100 años, el exdiplomático estadounidense siguió comprometido, participando en reuniones de la Casa Blanca, escribiendo un libro sobre técnicas de liderazgo y prestando testimonio ante un comité del Senado en relación con la amenaza nuclear de Corea del Norte. En julio de 2023 viajó inesperadamente a Pekín para reunirse con el presidente chino Xi Jinping.
Como secretario de Estado del presidente republicano Richard Nixon en los años setenta, participó en muchos de los acontecimientos internacionales históricos de la década. Gracias a sus esfuerzos, la refugiada judía de Alemania pudo ampliar los lazos con sus vecinos árabes, abrir relaciones diplomáticas con China y redactar los Acuerdos de Paz de París con Vietnam del Norte.
Tras la dimisión de Nixon en 1974, la influencia de Kissinger como principal creador de la política exterior estadounidense empezó a declinar. No obstante, siguió siendo un poderoso diplomático bajo la presidencia de Gerald Ford y expresó firmes opiniones durante el resto de su vida.
El apoyo de Kissinger a las dictaduras anticomunistas, sobre todo en Latinoamérica, llevó a algunos a tacharle de criminal de guerra, mientras que muchos le alabaron por su inteligencia y amplia experiencia. En sus últimos años, sus viajes se vieron restringidos por los intentos de otros países de detenerle o interrogarle sobre la anterior política exterior estadounidense.
Su Premio de la Paz de 1973 fue uno de los más polémicos de la historia; se concedió conjuntamente a Le Duc Tho, de Vietnam del Norte, que más tarde lo rechazaría. Debido a la decisión del comité del Nobel, dos miembros dimitieron, y surgieron dudas sobre el bombardeo encubierto de Camboya por parte de Estados Unidos
Ford describió a Kissinger como un “supersecretario de Estado”, pero también señaló que era irritable y confiado, cualidades que sus detractores calificaban más bien de egoísmo y paranoia. “Henry en su mente nunca cometía un error”, llegó a afirmar Ford.
En una entrevista realizada justo antes de su fallecimiento en 2006, Ford comentó: “Tenía la piel más fina de todas las figuras públicas que he conocido”.
Kissinger no era una estrella del rock, con su rostro solemne y su voz ronca de acento alemán, pero tenía fama de donjuán, y mantenía relaciones sexuales con mujeres guapas de Washington y Nueva York cuando estaba soltero. Afirmaba que el poder era la mejor seducción.
Kissinger era muy estratega, pero no hablaba de sus asuntos personales, aunque una vez confesó a un periodista que se imaginaba a sí mismo como un héroe vaquero solitario.







