La Comisión Europea ha revisado sus aranceles propuestos para los vehículos eléctricos fabricados en China, con el objetivo de contrarrestar las subvenciones injustas percibidas y apoyar el crecimiento de la fabricación europea de vehículos eléctricos.
Equilibrio entre las importaciones de vehículos eléctricos chinos y la fabricación europea de vehículos eléctricos.
La Comisión Europea ya ha atenuado sus previstas tarifas sobre las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China, sin menoscabo de las posibles implicaciones para el sector. La investigación antisubvenciones de la UE, parte de la cual aparentemente captó la atención de Pekín, conlleva la sostenibilidad de su última estrategia industrial. Esto sienta las bases de cómo la política comercial interactuará con la estrategia industrial en el complicado camino hacia la movilidad sostenible, enraizado dentro de un cambiante contexto global del mercado de vehículos eléctricos.
Tasas arancelarias revisadas y el factor Tesla
De las revisiones más destacadas que se observan en la propuesta revisada de la UE, una es la de Tesla, donde su tasa arancelaria se ha reducido para el gigante estadounidense de los vehículos eléctricos. Lo que antes se había propuesto a un arancel del 20,8% se ha reducido a un bajo 9%. La revisión se produjo después de que la Comisión verificara que Tesla había recibido menos subsidios del gobierno chino en comparación con los fabricantes de vehículos eléctricos chinos nacionales.
Séparémoslo entonces de la prebenda a Tesla, de los derechos provisionales a los fabricantes de vehículos eléctricos chinos BYD, Geely y SAIC, todas importantes empresas del rubro. Nada se ha dicho todavía del nivel general de los aranceles, bastante altos para algunas empresas, llegando al 36,3%.
Recorriendo la delgada línea entre los objetivos de la política comercial y la política industrial
Las dos razones que la Comisión Europea ha dado para estos aranceles son, en primer lugar, crear un campo de juego nivelado con respecto a la producción de vehículos eléctricos en Europa, compensando las ventajas percibidas de las que disfrutan actualmente los productores chinos debido a los subsidios gubernamentales, y en segundo lugar, fomentar la localización de la producción de vehículos eléctricos y baterías dentro de la UE. Esto es importante tanto para los objetivos de transición ecológica como de creación de empleo en todo el continente.
En efecto, dicho tratamiento matizado sería sintomático del intento de la UE de mantener un delicado equilibrio entre salvaguardar sus intereses comerciales y apoyar el desarrollo nacional de su industria de vehículos eléctricos. Así, los aranceles aplicados más bajos para aquellos fabricantes de vehículos eléctricos chinos que participan en empresas conjuntas con fabricantes europeos podrían incluso indicar hasta dónde está dispuesta a ir la Comisión en estas dinámicas complejas.
Implicaciones y consideraciones adicionales
Si bien los aranceles son una medida a corto plazo, aún queda por ver si demostrarán ser una estrategia eficaz a largo plazo para construir o restablecer la posición competitiva de los fabricantes europeos de vehículos eléctricos. Lo que probablemente sea más importante que los aranceles a la hora de determinar el éxito real de las ambiciones industriales del continente será la asequibilidad y disponibilidad de los modelos de vehículos eléctricos fabricados en Europa.
Otro punto importante que se relacionará con esto es el resultado del desafío de China a estos aranceles en la OMC. Esta prueba sería, a su vez, una investigación sobre el equilibrio de proteccionismo que la UE podría permitir a su industria nacional frente a las relaciones comerciales constructivas con China.
La nueva propuesta actualizada de la Comisión Europea sobre aranceles simplemente subraya el punto de que las cadenas de suministro de vehículos eléctricos y baterías desempeñarán posiciones estratégicas en el logro de los objetivos económicos y ambientales del continente. Algunas perspectivas de cuánto de esto se enfrente por parte de la UE brindarán la imagen de un marco sólido con respecto a las perspectivas del mercado de vehículos eléctricos en Europa y la contribución de esta tecnología a una transición sostenible del transporte en la región.