La historia
¿Recuerdas cuando Mbappé irrumpió en escena en el AS Mónaco? Sí, ese chico con la velocidad de una gacela y la habilidad rematadora de un ninja. Pues bien, si avanzamos un poco, ahora está arrasando en el París Saint-Germain (PSG). Pero algo fallaba. Ciertas personas del PSG le molestaban. Ya se sabe cómo es la política en la oficina, el drama del vestuario, los sospechosos habituales.
El Club de los Sueños
Y entonces, como un giro argumental en una superproducción cinematográfica, apareció el Real Madrid. El club que rezuma historia, leyendas y más trofeos de los que se pueden contar. Cristiano Ronaldo, Zinedine Zidane, y ahora Kylian Mbappé… es como una lista de invitados VIP a una fiesta de lujo. Los fieles del Bernabéu ya están practicando sus cánticos «Mbappé».
El maillot blanco
Imagínatelo: Mbappé pisando el césped del Santiago Bernabéu, con la emblemática camiseta blanca pegada a su cuerpo. La piel de gallina, amigo mío. Se abrirá paso entre los defensas, dejándolos a su paso. ¿Y esos goles atronadores? Prepárate para que la red se mueva como un trampolín.
Adiós, París
Pero no olvidemos París. El Parque de los Príncipes le echará de menos: las carreras deslumbrantes, los títulos de la Ligue 1, las batallas de la Liga de Campeones. El fútbol francés le desea lo mejor. Es como decir adiós a tu café favorito, donde se saben tu pedido de memoria.
El próximo capítulo
¿Y ahora qué? Mbappé une sus fuerzas a las de Karim Benzema y Vinícius Jr. El trío será como los Vengadores del fútbol, cada uno con sus superpoderes, listo para conquistar el mundo. ¿Y los aficionados? Ya están planeando peregrinaciones a Madrid.
El legado
Mbappé no sólo persigue goles; persigue un legado. Del tipo que resuena a través del tiempo, grabado en mármol. Los niños crecerán llevando su nombre en sus camisetas, soñando con emular su magia. Y nosotros estaremos allí, animando, discutiendo con el árbitro y bebiendo nuestros refrescos.
Silbato final
Brindemos por Kylian Mbappé, el niño que se atrevió a soñar, el velocista que desafió a la gravedad y, ahora, el galáctico del Real Madrid. Que sus botas sean bendecidas, sus celebraciones épicas y su juego en Instagram fuerte.
