En la intrincada danza de la política se forjan alianzas y surgen asociaciones inesperadas. Conozca a Anna Navarro Schlegel, una ejecutiva catalana con presencia mundial. Está a punto de ocupar el centro del escenario como número dos de la lista de Junts+ Puigdemont per Catalunya para las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo.
1. Una carrera pionera
Anna Navarro Schlegel nació en Olot, Girona, en 1968. Comenzó su andadura en el mundo de la tecnología y no tardó en dejar huella. Durante más de tres décadas, ha dirigido equipos de ingeniería globales, transformaciones digitales y esfuerzos de globalización de productos. Su currículum es el sueño de cualquier entusiasta de la tecnología: Cisco Systems, Xerox, VeriSign, VMware, NetApp y Procore Technologies forman parte de su impresionante repertorio.
2. Una estrella de Silicon Valley
Pero es su conexión con Silicon Valley lo que realmente la distingue. En 1992, Anna fundó su primera empresa en San Francisco. A partir de ahí, dirigió equipos globales de ingeniería, dando forma al panorama digital. Conocida en los círculos empresariales como Anna N. Schlegel, ha dirigido agencias de globalización de productos y ha sido consultora de gigantes como Yahoo y Google.
3. Premios y galardones
La influencia de Anna va más allá de las salas de juntas. En 2018, el Silicon Valley Business Journal la reconoció como una de las 100 mujeres más influyentes a nivel mundial. Recibió el premio «Persona del Año» de Think Global por sus contribuciones al sector de los idiomas. Y en 2020, Analytics Insight la coronó como la mujer más influyente en tecnología a nivel mundial.
4. Un puente entre mundos
Ahora, Anna Navarro Schlegel entra en la arena política. Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, la ha invitado a ser su segunda al mando. ¿Por qué? Para reforzar el perfil económico de su lista Junts+ Puigdemont per Catalunya. El propio Puigdemont explica que la excepcional trayectoria de Anna será muy útil para Cataluña.
5. Más allá de fronteras y límites
El viaje de Anna -de Olot a Silicon Valley y al corazón de la política catalana- es un testimonio de resistencia, innovación y el poder de la colaboración. Al estar al lado de Puigdemont, aporta su perspectiva global al escenario local. Y quizás, en esta unión de perspicacia empresarial y visión política, resida la promesa de una Cataluña que trascienda fronteras.