Una alarmante oleada de una nueva neumonía bacteriana, denominada síndrome del pulmón blanco, está afectando actualmente a niños de China, Dinamarca, Estados Unidos y los Países Bajos. Esta peculiar enfermedad, que afecta principalmente a niños de entre tres y ocho años, debe su nombre a los característicos patrones de daño pulmonar visibles en los escáneres. El síndrome del pulmón blanco se atribuye al Mycoplasma pneumoniae, una infección bacteriana resistente a muchos antibióticos.
Dinamarca está lidiando con un brote que ha alcanzado «niveles epidémicos», reflejando paralelismos desconcertantes con las primeras fases de la pandemia de COVID-19. Simultáneamente, los Países Bajos informan de una preocupante escalada de casos de neumonía pediátrica, y Suecia no es inmune al fenómeno. La transmisión de esta enfermedad se produce al toser, estornudar, hablar, cantar y respirar, facilitada por minúsculas gotitas respiratorias.
En Estados Unidos, Ohio se erige como epicentro inicial de este misterioso brote, con varias regiones afectadas y un notable aumento de las hospitalizaciones infantiles. La situación provocó la respuesta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que, según un US News & World Report, han estado en comunicación con China. Contrariamente a los temores de que se trate de un nuevo patógeno, la directora de los CDC, Mandy Cohen, aseguró ante un subcomité de la Cámara de Representantes que el aumento de las enfermedades respiratorias en China no se atribuye a un nuevo patógeno, sino a un incremento de las infecciones respiratorias ya existentes, como el COVID-19, la gripe, el VSR y el micoplasma.
Entender el síndrome del pulmón blanco: Una neumonía formidable
El síndrome del pulmón blanco es una forma grave de neumonía capaz de provocar cicatrices y decoloración pulmonar. A pesar de las investigaciones en curso, la causa exacta de esta enfermedad sigue siendo imprecisa y se cree que se debe a una combinación de factores bacterianos, víricos y ambientales.
Medidas preventivas: Salvaguardar la salud pediátrica
Los expertos médicos recomiendan una serie de medidas preventivas para frenar la transmisión de enfermedades como el síndrome del pulmón blanco, y subrayan la importancia de adoptar precauciones durante el contacto estrecho. Estas medidas incluyen mantener la distancia con las personas que presenten síntomas, permanecer en casa cuando no se esté bien, buscar atención médica y someterse a pruebas cuando sea necesario, utilizar mascarillas cuando proceda, garantizar una ventilación adecuada, lavarse las manos con regularidad y vacunarse.
Al igual que ocurre con otras enfermedades transmisibles, las medidas de protección personal como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos, el distanciamiento social y la permanencia en casa cuando se presentan síntomas son cruciales para limitar la propagación del síndrome del pulmón blanco. Además, se desaconseja la autoprescripción de antibióticos, especialmente en la población pediátrica, y se insiste en la necesidad de consultar a un profesional sanitario cualificado.